Descripción
Durante los setenta y los ochenta hay un nombre que suena con fuerza en los círculos de escaladores europeos. Se trata de Maurizio Zanolla, Manolo. Inconformista, carismático y transgresor, su legado y actitud lo han consagrado entre las nuevas generaciones como una leyenda viva de la escalada.
En estas páginas relata en primera persona cómo eligió enfrentarse a las paredes liberándose de todo, hasta llegar a escalar sin cuerda, movido por la convicción de que la calidad del viaje es más importante que la meta, y de que cada objetivo ha de llevar implícito una forma de compromiso.
La familia, los afectos, las experiencias de juventud, los amigos de las primeras escaladas, las vías, a menudo abiertas en libre y en solitario, el intento de conquistar los ocho mil metros del Manaslu, hasta obras maestras del arte de la escalada como Eternit o Il mattino dei maghi, Maurizio Zanolla recorre esos años, entre la década de los setenta y los ochenta, que le llevaron a la celebridad.
Este relato no es una selección de escaladas ni de las vías más difíciles, sino una muestra de las experiencias más significativas, más intensas y más conmovedoras de una vida en busca del equilibrio.
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